PURO SURREALISMO

El surrealismo se restablece de su letargo.
Empezó a recuperarse con las conversaciones imposibles del MET entre Schiaparelli y Prada, luego con la reapertura de la casa de Elsa Schiaparelli, reina del surrealismo en lo que a moda se refiere y, finalmente, con el relanzamiento de su firma.

Maison Schiaparelli. París, 2012

Diseño de Elsa Schiaparelli en colaboración con Jean Cocteau. 1937

La casa Lanvin se acerca al surrealismo de Dalí en una colección de joyas que recuerda, y mucho, a las diseñadas por el genio (y figura hasta la sepultura) entre 1941 y 1979

Joyas diseñadas por Salvador Dalí

Lanvi o/i 2012-2013

Hoy 21 de noviembre se inaugura, en el Centre Pompidou de París, la exposición sobre la obra de Salvador Dalí, quien decía de sí mismo: «surrealismo soy yo».

Salvador Dalí. Bigote Infinito

Tratando de definir el surrealismo, Bretón dijo «…Surrealismo: Puro automatismo psíquico, por medio del cual se intenta expresar, verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el proceso real del pensamiento. El dictado del pensamiento, libre de cualquier control de la razón, independiente de preocupaciones morales o estéticas…»

Es el movimiento de lo irracional y de lo inconsciente. Curiosamente la lógica se impone, era cuestión de tiempo que el surrealismo se pusiera de moda en un momento en que los sueños son el único consuelo que nos queda.

Sincerely. Adela Leonsegui*


ILUSTRADORES ILUSTRES

Cuando la fotografía era un lujo, cuando no existían las kodak, ni las canon, ni las polas (en eso la segunda década del XXI, se parece a la del XX porque ya han desaparecido), ni se pensaba en la era digital, la moda se mostraba con dibujos hechos a mano.

En un mundo en el que la comunicación no iba por megas ni número de descargas, la manera de asomarse a él era a través de las revistas y éstas daban luz al entendimiento mediante ilustraciones.

Todo empezó con el francés Paul Iribe, que trabajó con Paul Poiret. Era casi un hombre del renacimiento: dibujante de publicidad, interiorista, caricaturista, diseñador de mobiliario, de tejidos, de joyas, de vestuario para el cine, escenógrafo y por supuesto, ilustrador.

Paul Iribe. 1883-1935

Poiret también trabajó con el ruso George Barbier, otro multitalento que había publicado representaciones de los ballets rusos, también ilustró libros, entre otros Las Amistades Peligrosas. Se le considera como el gran ilustrador del Art Decó y entre sus aportaciones está la pantera de cartier.

George Barbier. 1882-1932

Siguiendo la estela del Art Decó encontramos al francés André Edouard Marty, éste en sus ilustraciones para la Gazette Du Bon Ton solía representar escenas de una vida perfecta. También ilustró otras revistas como Vogue, Vanity Fair y House & Garden. Además de ilustrar la moda de Poiret trabajó con otros diseñadores como Jeanne Lanvin o Perrin

André Edouard Marty. 1882-1974

Más artistas para Poiret, el francés George Lepape, con quien elaboró el album Les choses de Paul Poiret vues por George Lepape, del que, por su elevado coste, se imprimieron muy pocos ejemplares.

George Lepape. 1887-1971

Otro descubrimiento de Poiret fue el ruso Roman Petrovich Tyrtov, Erté. Era un verdadero artista que decía de su obra: no conoce el realismo, es la expresión de los sueños… y realmente siempre hizo lo que quiso, representar sus sueños.

Roman Petrovich Tyrtov, Erté. 1892-1990

Eduardo García Benito fue el máximo exponente del Art Decó español. Ilustrador de revistas como Gazette Du Bon Ton, Vogue o Vanity Fair, pero además se movía en el círculo parisino de pintores como como Gargallo, Picasso, Gauguin, Juan Gris o Modigliani, dejándose influenciar por ellos. En sus últimos años trabajó más como muralista, retratista y pintor.

Eduardo Garcia Benito. 1891-1979

Contemporáneo de Eduardo García de Benito fue Carlos Saenz de Tejada, también español aunque nacido en Tanger. Las figuras femeninas que ilustraba tenían un aspecto más estilizado y deportivo, que reflejaba el espíritu de la mujer de los años treinta.

Carlos Saenz de Tejada. 1897-1958

El americano John Held fue el pintor de las flappers, los automóviles, la diversión y los bailes, transmitió con fidelidad el estilo de vida de los años veinte.

John Held. 1889-1958

El rechazo inicial a trabajar para Vogue dice mucho del carácter del francés Christian Berard, Bebé. Un humanista abiertamente homosexual en los años 30. Realizó las escenografias de varias películas de Jean Cocteau, entre otras la Bella y la Bestia y la Voz Humana. Ilustró la moda de Coco Chanel, Elsa Schiaparelli y Nina Ricci.

Christian Berard. 1902-1949

La alemana Dörte Clara Wolff, Dodo, era una artista ligada al movimiento Neuen Sachlichkeit  (Nueva Objetividad) surgido tras la Primera Guerra Mundial. Dodo plasmó a la frívola clase alta berlinesa de una forma alegre pero cargada de sátira, retrataba a hombres y mujeres aburridos e insatisfechos, a pesar de tenerlo todo. El estilo Art Decó está presente en las ilustraciones de esa época que terminó con el viernes negro.

Dörte Clara Wolff, Dodo. 1907-1988

El americano Carl Ericson, Eric, ilustrador de Vogue y publicista de la marca de cosméticos Coty, plasmó el life style de los años 40 americanos en cientos de dibujos. Siempre pintaba del natura, es decir, con modelos que posaban para él.

Carl Ericson, Eric. 1891 1958

El conde francés Rene-Bouet Willaumez, como no podía ser de otra manera, trasladaba a Vogue la alta sociedad en la que se movía, primero en París, luego en Estados Unidos. No tenía formación artística, pero su espontaneidad y su forma de dibujar casi expresionista le permitió estar ligado durante años a la editorial Condé Nast.

Rene Bouet Willaumez. 1900-1979

Un italiano en París, Conte Renato Zavagli Riciardelli, René Gruau. Comenzó como diseñador de moda pero se pasó a la ilustración trabajando para revistas como Femina y Marie Claire hasta que en 1947 Chistian Dior le pidió un dibujo para ilustrar la publicidad de Miss Dior y ahí empezó la leyenda. Gruau trabajó también para Balmain, Givenchy, Fath o Balenciaga, además de para Vogue o Madame Figaro.

René Gruau 1909-2004

Un repaso ilustrado de lo que ha sido la historia de la primera mitad del S. XX, no sólo de su moda sino de la mujer, la sociedad (la alta sociedad) y el estilo, el estilazo.

Sincerely. Adela Leonsegui*


LA LISTA FORBES DE LA MODA

Bernard Arnault: dueño de LVMH (Louis Vuitton Möet Hennessy) la empresa del lujo por excelencia, aglutina más de 60 marcas bajo su ala, entre las que se encuentran Louis Vuitton, por supuesto, pero también Céline, Loewe, Kenzo, Givenchy o Fendi entre otras. Aparece como el 4º hombre más rico del mundo.

François-Henry Pinault: presidente del grupo PPR que cobija bajo su ala a marcas como Gucci, Balenciaga o Yves Saint Laurent, entre otras. Ocupa el puesto 59 de los hombres más ricos del mundo.

Diego Della Valle, su puesto está muy alejado del de los anteriores, el 1.015, pero también forma parte de la lista. Es el señor de la compañía Tod’s (que compró Roger Vivier, Fay, Hogan o Schiaparelli). Forma parte de la junta directiva de, entre otras compañías, LVMH. En una entrevista le preguntaron qué era el poder para él y fue muy claro: tener relaciones en todo el mundo.

Samuel Irving Newhouse:  Presidente de Advance Publication que, entre otros medios, es propietaria de Condè Nast, o sea, de Vogue. Su posición está en el puesto 131 de la lista.

Anna Wintour, directora de Vogue USA desde 1988. Lleva 24 años al frente de una de las revistas más rentables del mundo, esto quiere decir que cientos de anuncios son devorados por millones de ojos, por eso todos pagan por estar en Vogue.

Alguien preguntaba hace muy poco ¿por qué tiene tanto poder?, ¿no existe otra corriente alejada de ella?.

Pues en el mundo del lujo NO.

Ella está más que bien relacionada en Hollywood y en La Casa Blanca, además de sus conocimientos, su inteligencia, buen ojo y la habilidad para imponer su criterio, es responsable del lanzamiento y éxito de muchos de los diseñadores que hoy conocemos como grandes estrellas y también de uniones que funcionaron inesperadamente bien como las de John Galliano para Dior o Marc Jacobs para Louis Vuitton, quienes tienen mucho que agradecerle.

Es empleada de Samuel Irving Newhouse e íntima amiga de Bernard Arnault, François-Henry Pinault y Diego Della Valle, o sea, de todo el grupo del lujo, quienes prácticamente no mueven un peón del tablero sin que, al menos, ella asienta con la cabeza, pues las decisiones que ella ha tomado les han hecho multimillonarios.

Existen otros mundos en la moda, pero no pertenecen a este, sin ir más lejos Inditex ha colocado a Amancio Ortega en el 5º puesto, pero todos sabemos que también Inditex hace y vende lo que Anna Wintour dice.

Sincerely. Adela Leonsegui*


OUI C’EST MOI

Maxime Mackendry de la Falaise

Yo, que adoro a Truman Capote, de ser Maxime Mackendry de la Falaise, le hubiera pedido que escribiera mi biografía (hijos y nietos incluidos). Ningún guión mejor para él y ningún escritor mejor para ella a la hora de contar sus tropelías: matrimonio, divorcio, novios, otro matrimonio, títulos nobiliarios, cuernos,  modelo, cocinera, el Vogue, Nueva York, París, … demasiados elementos para dejarlos en el aire sin que nadie de forma a la historia.

Ya sé que hay tantas historias como personas, seguramente unas más interesantes que otras a la hora de contarlas, pero si además los protagonistas son abrumadoramente bellos y exitosos, pues como que te pone más.

Maxime, la madre, modelo en los 50 y 60, fundamentalmente de Elsa Schiaparelli e Yves Saint Laurent, diseñadora, excelente cocinera, con columna propia en Vogue, se casó dos veces, primero con Alain Le Bailly de La Falaise con quien tuvo dos hijos y después, tras varios romances, con John McKendry.

Maxime Mackendry de la Falaise

Como yo no soy Capote y su vida es mucho para un post, hasta aquí puedo leer. No hay más que verla para entender el poder de atracción que en esa época ejercía sobre los hombres y que Cecil Beaton dijera de ella que fue “la única inglesa verdaderamente chic de su generación”.

Loulou de la Falaise

Su hija Loulou, ohlala!, oh Loulou!. Empezó a ser diferente desde su bautizo, no con agua sino con Schoking de Elsa Shiaparelli, ahí es nada. Amiguísima de YSL, de las drogas y de Studio 54, ahí es nada otra vez. También, como su madre, se casó dos veces, primero con un noble irlandés, Desmond Fitzgerald y con el escritor francés Thadée Klossowski de Rola después.

Loulou de la Falaise

Dignísima sucesora de su madre.

Pasemos a Alexis, el hijo. Otro bello. Diseñador de mobiliario (diseño, diseño). Se casó con Louisa Ogilvy, tuvo dos hijos bellos y aparece en pocas fotografías, pero elegidas. Aquí con Viva en la película Tub Girls de Andy Warhol.

Alexis de la Falais

Los hijos de Alexis: una modelo y un chef-modelo.

Lucile, casada con el hijo de Keith Richards, Marlon, es modelo, pero como ya no hay Warhols ni Saint Laurents, sólo su matrimonio y su belleza destacan en su biografía, que no es poco.

Lucile de la Falaise

Termino con Daniel de la Falaise, modelo y chef de la boda de Kate Moss.

Daniel de la Falaise

¿Importa si hace algo más si va a ser recordado sobre todo por eso?.

Sincerely. Adela Leonsegui*


CONVERSACIONES IMPOSIBLES

Si tu lunes empieza con una gran fiesta, la semana promete.

La gala benéfica del Instituto de la Moda del Metropólitan de Nueva York, que se celebra el lunes día 7 de mayo, es el acto inaugural de la exposición del año, Schiaparelli and Prada: impossible conversations.

Harold Koda y Andrew Bolton, los comisarios de la exposición, se han inspirado para sus conversaciones imposibles en el trabajo que en los años 30 hizo Miguel Covarrubias para Vanity Fair: entrevistas imposibles.

Ni mi formación ni la información de la que dispongo me permiten hablar con soltura de surrealismo, aunque soy capaz de entender que Elsa Schiaparelli consiguió alejar los objetos cotidianos de su entorno habitual para mostrarlos en un nuevo contexto y que Miuccia Prada, de una manera más contenida y menos arriesgada, ha hecho otro tanto de lo mismo

Elsa Schiaparelli con el sombrero zapato

Elsa Schiaparelli con el sombrero zapato

zapatos en llamas de Prada

Encuentro muchos puntos comunes en estas dos artistas (lo son y la prueba es que su obra se va a exhibir en un museo), y uno de ellos es que en el trabajo de ambas se han producido estrechas colaboraciones con artistas plásticos, Schiaparelli con Dalí, entre otros muchos

Vestido esqueleto. Schiaparelli en colaboración con Dalí. 1938

En cuanto a Prada, ha creado una Fundación dedicada al mecenazgo.

Fundación Prada. The Giacometti Variations

Pero volviendo al principio, estaré en la fiesta de inauguración, con su alfombra roja, de la que pienso dar buena cuenta, porque pasan estas cosas

Bastante surrealista: la bella alabando a la bella.

Sincerely. Adela Leonsegui*