MUERO DE AMOR

Raf Simons

                                                         Raf Simons

Según la analista holandesa de tendencia Li Edelkoort la moda como tal ha muerto. Considera que faltan ideas, que se hacen colecciones para vender y no se aportan nuevas propuestas ni se experimenta con la creatividad. Dice que ya no se hace moda, lo que se hace es ropa.

Vanessa Friedman, crítica de moda del New York Times, se expresa en la misma línea sobre la Milan Fashion Week y habla de una crisis colectiva de creatividad.

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FESTIVAL ERÓTICO

El imaginario colectivo está plagado de figuras que, de manera recurrente, saltan a las páginas y pasarelas de moda un año sí y otro también.

Se han inspirado miles de desfiles y publicado miles de editoriales con modelos emulando ser Audrie Hepburn en desayuno con diamantes, con mujeres que imitan bien la caída de ojos de Marilyn Monroe (más de una vez le ha tocado a Scarlett Johansson), que hablan de la fuerza del estilo de Katherine Hepburn con fotografías de chicas que, sin tener la personalidad de ella, van ataviadas con pantalones anchos y zapatos planos, otras vestidas como ese ángel azul que interpretara Marlene Dietrich, imitando a Coco Chanel, a Brigitte Bardot, a Grace Kelly y a otras tantas consideradas iconos de moda pero que siempre son las mismas.

Pero hay una serie de iconos, no sé si denominarla categoría, que como punto de inspiración me divierte, no tanto por diferente, sino por la audacia que requiere el trabajo para que el resultado no termine resultando vulgar, son protagonistas de algunas de las mejores películas eróticas de todos los tiempos, posiblemente ya denominadas clásicos en su género, que no han perdido ni un ápice de encanto, modernidad, atrevimiento y belleza estética.

Cuando me encuentro con un desfile o un editorial de este tipo suele venir firmada por las grandes estilistas o diseñadores del mundo. Esta evidencia refrenda mi teoría sobre la dificultad que entraña enfrentarse a este tipo de género.

Las musas eróticas más repetidas son:

Sylvia Christel en Emmanuel, con sus ojos smoke, su pelo setenta, la gran silla de mimbre y una estola tapando su absoluta desnudez

Aquí una editorial de Vogue París de marzo de 2011, el último Vogue de Carine Roitfeld

Charlotte Ramping en Portero de Noche con la característica gorra de plato militar

Y dándole réplica la colección de Marc Jacobs para Louis Vuitton otoño/invierno 2011-2012, con porteros incluidos

Catherine Deneuve en Belle de Jour, a pesar, o mejor aún, gracias a esa ropa interior tan poco erótica

Y una editorial, entre tantas, de Vogue España 2012

Otra imagen potente, la del cartel de la película Lolita

Y al otro lado del ring, Kate Moss en una fotografía de Ellen von Unwerth de 1992

Otra joya, Kim Basinger en Nueve Semanas y Media y su maravilloso streptease

Y su saga de imitadoras, entre otras Paulina Papierska en la portada de Vogue Italia

Y termino con Miss Robinson, Anne Bancroft, en El Graduado, ella, sus trajes de chiffon y sus abrigos de print animal

Y una número uno en cuestiones de estilismo, la gran Giovanna Bataglia

Un punto y aparte merece Soñadores y el triángulo amoroso compuesto por Michael Pitt, Eva Green y Louis Garrel

Y sus tres actores convertidos en protagonistas de moda

Michael Pitt para Prada

Eva Green para Dior

Y Louis Garrel para Hedi Slimane

Después de este repaso estilístico, lo que toca es elegir una de ellas y lanzarse a una tarde de película erótico-festiva.

Sincerely. Adela Leonsegui*


ILUSTRADORES ILUSTRES

Cuando la fotografía era un lujo, cuando no existían las kodak, ni las canon, ni las polas (en eso la segunda década del XXI, se parece a la del XX porque ya han desaparecido), ni se pensaba en la era digital, la moda se mostraba con dibujos hechos a mano.

En un mundo en el que la comunicación no iba por megas ni número de descargas, la manera de asomarse a él era a través de las revistas y éstas daban luz al entendimiento mediante ilustraciones.

Todo empezó con el francés Paul Iribe, que trabajó con Paul Poiret. Era casi un hombre del renacimiento: dibujante de publicidad, interiorista, caricaturista, diseñador de mobiliario, de tejidos, de joyas, de vestuario para el cine, escenógrafo y por supuesto, ilustrador.

Paul Iribe. 1883-1935

Poiret también trabajó con el ruso George Barbier, otro multitalento que había publicado representaciones de los ballets rusos, también ilustró libros, entre otros Las Amistades Peligrosas. Se le considera como el gran ilustrador del Art Decó y entre sus aportaciones está la pantera de cartier.

George Barbier. 1882-1932

Siguiendo la estela del Art Decó encontramos al francés André Edouard Marty, éste en sus ilustraciones para la Gazette Du Bon Ton solía representar escenas de una vida perfecta. También ilustró otras revistas como Vogue, Vanity Fair y House & Garden. Además de ilustrar la moda de Poiret trabajó con otros diseñadores como Jeanne Lanvin o Perrin

André Edouard Marty. 1882-1974

Más artistas para Poiret, el francés George Lepape, con quien elaboró el album Les choses de Paul Poiret vues por George Lepape, del que, por su elevado coste, se imprimieron muy pocos ejemplares.

George Lepape. 1887-1971

Otro descubrimiento de Poiret fue el ruso Roman Petrovich Tyrtov, Erté. Era un verdadero artista que decía de su obra: no conoce el realismo, es la expresión de los sueños… y realmente siempre hizo lo que quiso, representar sus sueños.

Roman Petrovich Tyrtov, Erté. 1892-1990

Eduardo García Benito fue el máximo exponente del Art Decó español. Ilustrador de revistas como Gazette Du Bon Ton, Vogue o Vanity Fair, pero además se movía en el círculo parisino de pintores como como Gargallo, Picasso, Gauguin, Juan Gris o Modigliani, dejándose influenciar por ellos. En sus últimos años trabajó más como muralista, retratista y pintor.

Eduardo Garcia Benito. 1891-1979

Contemporáneo de Eduardo García de Benito fue Carlos Saenz de Tejada, también español aunque nacido en Tanger. Las figuras femeninas que ilustraba tenían un aspecto más estilizado y deportivo, que reflejaba el espíritu de la mujer de los años treinta.

Carlos Saenz de Tejada. 1897-1958

El americano John Held fue el pintor de las flappers, los automóviles, la diversión y los bailes, transmitió con fidelidad el estilo de vida de los años veinte.

John Held. 1889-1958

El rechazo inicial a trabajar para Vogue dice mucho del carácter del francés Christian Berard, Bebé. Un humanista abiertamente homosexual en los años 30. Realizó las escenografias de varias películas de Jean Cocteau, entre otras la Bella y la Bestia y la Voz Humana. Ilustró la moda de Coco Chanel, Elsa Schiaparelli y Nina Ricci.

Christian Berard. 1902-1949

La alemana Dörte Clara Wolff, Dodo, era una artista ligada al movimiento Neuen Sachlichkeit  (Nueva Objetividad) surgido tras la Primera Guerra Mundial. Dodo plasmó a la frívola clase alta berlinesa de una forma alegre pero cargada de sátira, retrataba a hombres y mujeres aburridos e insatisfechos, a pesar de tenerlo todo. El estilo Art Decó está presente en las ilustraciones de esa época que terminó con el viernes negro.

Dörte Clara Wolff, Dodo. 1907-1988

El americano Carl Ericson, Eric, ilustrador de Vogue y publicista de la marca de cosméticos Coty, plasmó el life style de los años 40 americanos en cientos de dibujos. Siempre pintaba del natura, es decir, con modelos que posaban para él.

Carl Ericson, Eric. 1891 1958

El conde francés Rene-Bouet Willaumez, como no podía ser de otra manera, trasladaba a Vogue la alta sociedad en la que se movía, primero en París, luego en Estados Unidos. No tenía formación artística, pero su espontaneidad y su forma de dibujar casi expresionista le permitió estar ligado durante años a la editorial Condé Nast.

Rene Bouet Willaumez. 1900-1979

Un italiano en París, Conte Renato Zavagli Riciardelli, René Gruau. Comenzó como diseñador de moda pero se pasó a la ilustración trabajando para revistas como Femina y Marie Claire hasta que en 1947 Chistian Dior le pidió un dibujo para ilustrar la publicidad de Miss Dior y ahí empezó la leyenda. Gruau trabajó también para Balmain, Givenchy, Fath o Balenciaga, además de para Vogue o Madame Figaro.

René Gruau 1909-2004

Un repaso ilustrado de lo que ha sido la historia de la primera mitad del S. XX, no sólo de su moda sino de la mujer, la sociedad (la alta sociedad) y el estilo, el estilazo.

Sincerely. Adela Leonsegui*


¿TE PONE EL TIEMPO EN TU SITIO?

Hay gente a la que he llegado tarde y, claro, me las perdí.

Me perdí a muchas actrices en su esplendor, aunque la fortuna me ha colocado en la era digital y aquí las tengo, en su mejor papel

María Felix. A veces me pinto su lunar y juego a ser La Doña

o a Marylin Monroe. La musa entre las musas

o a Katharine Hepburn. Elige un siglo, en el que la pongas queda bien

Me perdí a Diana Vreeland en Harper’s Bazaar y en Vogue, debía ser un espectáculo verla trabajar con Avedon

Llegué tarde al New Look de Dior y ahora resultaría demasiado excéntrico, incómodo y poco práctico

Y muchos otros personajes y momentos que me hubieran resultado divertidos.

Pero a lo que he llegado tarde es a otra gente, a Cati Acevedo, a Maruja Zuloaga, a Berna Morales, a Ana Quintero y tantas otras con las que me hubiera gustado compartir tacones, faldas, pantalones y la vitalidad de su juventud.

Por fortuna no nací lo bastante tarde, no me las he perdido, todas están en mi vida y espero disfrutar de ellas muchísimo tiempo más.

Sincerely. Adela Leonsegui*