CHAOS MAGIC
Publicado: viernes 8, enero 2016 Archivado en: home, moda | Tags: Alessandro Michele, Chaos Magic, DelPozo, gucci, Josep Font, pre-fall 2016 2 comentariosHace unos años un colectivo de jóvenes denominado K-Hole establecía las bases de lo que se llamó Normcore: un fenómeno que convirtió al tipo normal y corriente, de perfil bajo y sin identidad, en una identidad en sí mismo y todo él en una tendencia. Por supuesto, los primeros que la abandonaron fueron los Normcore convencidos.
En su último informe, el quinto de K-Hole, incitan a creer en la magia con el Chaos Magic. Es más una filosofía de vida, es un pensamiento positivo, es creer en una fuerza interior y en que las cosas pueden pasar, es creer en la carta astral o en El País de las Maravillas de Alicia. Da igual, porque no se trata de creer en postulados concretos, consiste en saber que existe algo en lo que creer, un secreto.
La teoría no es fácil de entender, aunque tampoco importa porque para volar sólo hacen falta tres cosas: fe, confianza y polvo de hadas -Peter Pan dixit-.
Y si las pautas estéticas del Normcore pasaban por diluirte entre la multitud, el Chaos Magic pretende todo lo contrario: buscar la individualidad, la libre elección y la experimentación en primera persona.
¿Y quiénes son sus adalides?
El primero y principal es Alessandro Michele para Gucci, realizando mezclas que podrían haber salido de una cabeza infantil jugando en el armario vintage de su madre -o de su abuela- del que ha decidido sacar y ponérselo todo. Una niña con una imaginación desbordante, con ganas de divertirse y sin límites a su extravagancia, imaginación y mágico caos.
Otras versiones del Chaos Magic son la colección de o/i 2016 Mary Katranzou, con estampados que parecen una explosión de meteoritos, el planteamiento performance de Riccardo Tisci al presentar la colección de Givenchy junto a Marina Abramovic o la colección pre-fall de Josep Font para Delpozo, con prendas inspiradas en el color del arquitecto mexicano Luis Barragán y en las fotografías botánicas del japonés Nobuyoshi Araki.
Está claro que todo esto es magia, no podría ser otra cosa.
Sincelery. Adela Leonsegui*
fantastico
Gracias!