UN BUEN CHICO VESTIDO DE DIOR

Se veía a legua que era un buen chico, lo llevaba escrito en la raya del pelo, uno de esos que hacía tiempo no me cruzaba.

De línea del pantalón planchada, impoluta. Con su cara lampiña y pulcra, aseado, bello.

Dior primavera/verano 2013

Dior primavera/verano 2013

No es que no me agradrba el desaliño, el aparente descuido, pero no como concepto global pues para que funcione hay una premisa, que el hombre en cuestión no pareciera espeso.

No es una cuestión sólo de higiene, eso es básico, se presupone y se ve en las uñas de las manos, va mucho más allá. La premisa es no parecer un vagabundo aunque se imite su indumentaria y eso lo han conseguido muy pocos, así que hay que ir a lo que funciona: la compostura.

Dior primavera/verano 2013

Dior primavera/verano 2013

Dior primavera/verano 2013

Es cierto que este estilo tampoco es fácil sin parecer un repijo, que requiere cierta destreza para no parecer una burda imitación de un dandi, pero hay pautas que no fallan: la chaqueta, el abrigo y los pulquérrimos zapatos.

Dior primavera/verano 2013

Dior primavera/verano 2013

Dior primavera/verano 2013

Dior primavera/verano 2013

Seguro que eres un buen chico, se ve a legua, por eso me gustará cruzarme contigo de nuevo, este verano.

Sincerely. Adela Leonsegui*


DECLINAR EL PANTALÓN

Cambio de horario, cambio de armario.

Desde que las mujeres empezamos a usar pantalones con regularidad, digo con regularidad, allá por el cuarenta del siglo pasado, han cambiado mucho las cosas.

La periodista Anne Scott James en 1941

Las primeras los utilizaban por comodidad y por la libertad de movimiento que requerían los nuevos trabajos que empezaron a desarrollar durante la segunda guerra mundial, aquellos que hasta entonces desempeñaban sus maridos, padres o hermanos. Después todo cambió: pasó de uniforme a símbolo de independencia y modernidad hasta llegar a ser lo que es hoy, una prenda imprescindible del armario femenino, sobre todo en invierno.

Si bien al principio la única opción era utilizar pantalones de caballero, la moda encontró un nuevo filón: fabricarlos para las mujeres. Muchas y diversas han sido las formas y tejidos que el pantalón ha adoptado a lo largo de décadas: fantasía, rigor, desaliño, de talles altos o bajos, de patas anchas o estrechas, combinados con chaquetas o descoordinados, … en fin, lo que hayan dado de sí la imaginación, la economía y las pasarelas. Han tenido en poco tiempo más vidas que los fabricados para los hombres quienes durante demasiado tiempo se estancaron en los de tergal y, como licencia deportiva, los vaqueros.

Las mujeres hemos aprendido que, en cuestión de pantalones, todo vale siempre que optes por el que te sienta bien y en eso, al menos este año, la moda ayuda. Parece que la pasarela ha decidido declinar la palabra pantalón y ha sacado a la luz todas sus variedades. Hay modelos para todos los gustos, para todas las tallas, para todas las alturas y hasta para impensables estilismos.

He visto el pantalón ancho anchísimo, modelo que requiere cierta altura pues de lo contrario acorta mucho la figura.

Victor & Rolf o/i 2012-2013

Alexis Mabille o/i 2012-2013

Hay mucho pantalón recto que, como novedad, viene más corto de lo habitual y es el que prácticamente nos sienta bien a todas.

Bárbara Bui o/i 2012-2013

Bárbara Bui o/i 2012-2013

Y si además es negro pues se convierte en el pantalón perfecto.

Bárbara Bui o/i 2012-2013

Bárbara Bui o/i 2012-2013

Encuentro mucho pitillo pesquerillo con un punto far west importante que resulta muy divertido en rosa

Isabel Marant o/i 2012-2013

Isabel Marant o/i 2012-2013

 y en burdeos

Isabel Marant o/i 2012-2013

Isabel Marant o/i 2012-2013

y en blanco

Isabel Marant o/i 2012-2013

y en negro

Isabel Marant o/i 2012-2013

y hasta en gris, a pesar de no ser el gris un color divertido

Isabel Marant o/i 2012-2013

Están los llamados boy friend, se los he quitado a mi novio y me quedan mejor que a él, con un toque femenino incuestionable, ya sea por el color o por las prendas con las que se combina.

Paul & Joe o/i 2012-2013

Paul & Joe o/i 2012-2013

Algún impensable mono que, contra todo pronóstico y a pesar de su regusto ochentero, sienta de maravilla

Cacharel o/i 2012-2013

Otros de tamaño tan extremo que ha mutado en culotte

Thierry Mugler o/i 2012-2013

Incluso quien ha dado un nuevo sentido al traje pantalón. Un buen estilismo si queremos sorprender y esconder.

Chanel o/i 2012-2013

Maison Martin Margiela o/i 2012-2013

Louis Vuitton o/i 2012-2013

Ahora que el pantalón no es símbolo, no reivindica nada, ahora que se ha convertido en un básico e incluso en uniforme de trabajo, de salidas matutinas y nocturnas, de paseos por el campo y la ciudad, hagamos examen de conciencia y de armario y, ya que todo vale, démosle al cuerpo el que nuestro cuerpo necesite.
Sincerely. Adela Leonsegui*


FLOWER POWER

Ahora que el otoño se está lloviendo a mares y nos quita a manotazos los colores, ya sé que no es el momento pero quiero declarar mi amor a las flores. Me gustan todas y en todas partes, hasta las adelfas en las autopistas.

Disfruto regalando flores. Deberíamos pasarnos la vida regalando flores porque además de lo feliz que hacen, quien las regala siempre acierta. Ya sean las flores más sencillas o las más sofisticadas se aceptan con una sonrisa y con cierto rubor, no sé muy bien por qué pero provoca cierta turbación en quien las recibe. La falta de costumbre.

Las flores, tradicionalmente, han sido un presente relacionado con el género femenino y, si me apuran, un cliché para salir de algunos compromisos. Pero tenemos que quitarnos esa idea de la cabeza y salir a comprarnos un buen ramo. Es una experiencia estupenda: pararte en la floristería, elegir una o más especies de uno o varios colores, salir como si acabaras de ganar un premio, desenvolver tu manojo de flores, dividirlo en otros más pequeños y colocarlos en recipientes improvisados.

Si voy más allá, me gustan hasta las flores de plástico, siempre que sean de una calidad aceptable, sé que tienen un punto cursi importante, pero no puedo evitar sentirme dentro de los años 60 cuando estoy delante de una de esas plantas mentirosas de color empolvado, que aspira a ser natural.

Adoro las flores en el pelo, otra cursilada lo sé, pero todo depende de quién, cómo, dónde, cuándo y por qué, como casi todo en la vida.

¡Oops, en el pelo!

Ya lo he dicho, me gustan las flores en todas partes, estar rodeada de flores y me hubiera gustado estar envuelta en orquídeas en este lugar.

Dior alta costura otoño invierno 2012/2013

Y, a veces, hasta he deseado ser una flor, una de aquellas que hizo desfilar Dior en su alta costura de 2010.

Sincerely. Adela Leonsegui*


SILENCIO, ES DOLCE & GABBANA

Confieso que durante mucho tiempo me avergonzaba el silencio, no sólo el mío, también el de los demás. No llegaba a entender el motivo y por esa razón me apuraba. Pensaba que callaba quien no tenía nada que decir, quien no tenía opinión, quien no discurría o bien quien no tenía interés.

He escuchado con frecuencia eso de que uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras, que me parece muy acertado pero también muy cómodo: quien no habla no yerra. Pero con el tiempo he empezado a valorar este razonamiento pues me he dado cuenta, de un lado, de que no todos los pareceres son juiciosos y de otro, que la prudencia es una excelente invitada en diálogos, discusiones, conversaciones y debates.

Al enfrentarnos a las colecciones de temporada, siempre con seis meses de antelación a la fecha en que utilizaremos la ropa de los desfiles, podemos tener diferentes reacciones que van desde el ¡me encanta! al ¡ni loca!. Luego, cuando la ropa llega a las revistas, interpretadas por estilistas, los «ni loca» se suelen convertir en «me encanta» y, a veces ocurre también lo contrario, aborrecemos aquello que en principio nos pareció soberbio.

Ya no me avergüenza el silencio, llevo con orgullo el mío y agradezco el de los demás, aunque sólo pueda mantenerme callada el tiempo que tarda en salir una colección a la calle: ¡Hurra por el barroco y por las zarinas rusas de Dolce & Gabbana!.

Sincerely. Adela Leonsegui*


APROVECHEMOS EL OTOÑO

Aprovechemos el otoño

antes de que el invierno nos escombre

entremos a codazos en la franja del sol

y admiremos a los pájaros que emigran

Ahora que calienta el corazón

aunque sea de a ratos y de a poco

pensemos y sintamos todavía

con el viejo cariño que nos queda

Aprovechemos el otoño

antes de que el futuro se congele

y no haya sitio para la belleza

porque el futuro se nos vuelve escarcha.

Maravillosa introducción este poema de Mario Benedetti, aunque nada tiene que ver con la estación, para hablar del otoño.

Antes que llegue el invierno y su gran frío, antes que tiritemos por las calles, antes de vestir como El Yeti, tenemos una última oportunidad para que se nos vea la figura, para enfundarnos en vestidos, chaquetas y medias, salir en camisa y pantalón o con suéter de lana, usar abrigos de paño y con una parka o una gabardina cerca por si el cielo se pone negro.

Y ya que puedo elegir, pues lo hago y me paso el otoño en Nueva York con Altuzarra y Jason Wu.

Jason Wu. o/i 2012-2013

Altuzarra o/i 2012-2013

Jason Wu. o/i 2012-2013

Altuzarra o/i 2012-2013

Jason Wu. o/i 2012-2013

Altuzarra o/i 2012-2013

Jason Wu. o/i 2012-2013

Altuzarra o/i 2012-2013

Jason Wu o/i 2012-2013

Altuzarra o/i 2012-2013

Jason Wu o/i 2012-2013

Altuzarra o/i 2012-2013

Jason Wu o/i 2012-2013

Aprovechemos el otoño y la piel que aún asoma y si el frío arrecia, arrímate a quien tengas más cerca.

Sincerely. Adela Leonsegui*