DIEZ

31 de julio de 1976, un ejercicio perfecto en las paralelas y una mujer que hizo historia porque los jueces no tuvieron más remedio que darle un diez. Curiosamente apareció como un 1.00 porque sólo tenían tres cifras para puntuar. Nada es perfecto.

Tres años después, en 1979, una película elevó a la categoría de 10, la mujer perfecta, a Bo Derek. Una rubia americana con el pelo trenzado que dejó sin aliento a muchos y que muchas copiaron con poco éxito. Lo de las trencitas, no nos engañemos, no sienta bien. Está claro, nada es perfecto

Mujeres de diez, igual que hombres, hay una o ninguna.

Leo que los seres humanos pueden llegar a poseer capacidades mentales que les permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, científicas, tecnológicas y artísticas, que son entes sociales, capaces de concebir, transmitir y aprender conceptos totalmente abstactos y que no se tienen evidencias de que exista otra forma de vida con dichas capacidades o superiores. También leo que la maldad es una condición negativa atribuida al ser humano que indica la ausencia de moral, bondad, caridad o afecto natural por su entorno y quienes le rodean. No somos perfectos.

No es lo deseable, pero tendemos a infinito en nuestros defectos, y eso hace que las virtudes se apaguen como el crepúsculo de la noche.

Una pena.

Sincerely. Adela Leonsegui*


UNA MODERNA DE TODA LA VIDA

Ser moderno es lo contrapuesto a ser clásico pero tiene otra acepción: perteneciente al tiempo de quien habla.

Quien habla soy yo, mi tiempo es el S. XXI y de quien hablo es de Joan Crawford, una moderna. No me interesa lo que de ella han dicho sus hijos,  sus maridos, hasta cinco, o sus amantes pues cuentan que se acostaba con todo lo que estaba a su alcance, trato de analizar su vestuario y su reflejo en la sociedad.

Joan Crawford en los años 20

Tras la primera guerra mundial el mundo quiere pasarlo bien, se acortan las faldas, se aligeran los tejidos y se afinan las figuras, de bailar o para bailar.

Joan Crawford reúne todos los requisitos de la época, empezando por el corte de pelo, el sombrero tipo casquete, el vestido de seda en la primera fotografía y de volantes de flecos en la segunda, el largo por debajo de la rodilla, y teminando por los zapatos, merceditas o bicolor y las medias de seda con costuras.

Joan Crawford en los 30

Del glamour a la sobriedad. Sensualidad y lujo eran las consignas a principios de la década, comodidad en la segunda mitad.

En la primera foto toda ella, su vestido hasta los pies, los brazos desnudos y hasta su pose artificial, es puro años 30. Era esto lo que se esperaba de las estrellas, que sacaran a la masa de su triste existencia y la hiciera soñar con un mundo irreal mientras duraba la película.

Pero en su vida diaria, mujer liberada, aparece saliendo de una casa en plenas vacaciones con pantalones, gran escote y zapato plano, dando a entender que prefiere la comodidad a los rigores del glamour. Y por último, lo más atrevido: haciendo deporte en bañador, con gorro-turbante y en brazos de Clack Gable.

Joan Crawford en los 40

 

Una segunda guerra asoló el mundo. La ropa, no podía ser de otro modo, era sobria y la mujer fuerte pues había tenido que arrimar el hombro y trabajar duro adoptando una forma de vestir más masculina. Para cuando el mundo empezó a recuperarse, también lo hizo la moda, al menos en su aspecto, aunque no fuera hasta el final de la década que empezó a recobrar la calidad.

Hombros muy marcados, chaleco sin solapas, cuello de lazo… Más avanzada la década se empezó a utilizar el estampado, una señal de alivio por el fin de la guerra.

Joan Crawfor en los 50 

La vuelta al esplendor, a la sofisticación, a la elegancia y el glamour. Empieza a haber dinero para alargar las faldas y para utilizar pieles y plumas.

Las estrellas de Hollywood están para ser adoradas y ella, por supuesto, también.

 Joan Crawford en los 60

A estas alturas llegaron los trajes funcionales, la mujer estaba incorporada al trabajo, no en España pero esa es otra historia, y requería prendas y peinados que le permitieran estar cómoda y arreglada durante toda la jornada.

Y a estas alturas ella trabajaba más en Pepsi-Cola que en el cine. Era inmensamente rica y famosa, así que no necesitaba impostarse a sí misma.

Joan Crawford en los 70

Este era el aspecto de las mujeres de la época, traje sencillo, joyas o bisutería potentes y pelo cardado.

Este era el aspecto de Joan Crawford, brindando con Diet-Pepsi en copa de Champán. Una moderna, la pongas dónde la pongas.

Sincerely. Adela Leonsegui*


BEHIND THE SCENES

A veces necesitas silencio y mirar cosas bellas: Behind the scenes, Alexander Mcqueen aw 2012/2013.
Sincerely. Adela Leonsegui*


SONRÍA AL FOTÓGRAFO

Helmut Newton. Berlín 1920-2004. Fetichismo, pornografía, erotismo, lujo, glamour, pero eso no es todo, también hay que hablar de meticulosidad, planeamiento y detalle. Hay quien lo considera el mejor fotógrafo del mundo. Enemigo del estudio, procurando fotografiar siempre en entornos cotidianos, absolutamente obsesionado con la mujer, los tacones, la desnudez a la que liberó del cutre-porno, colocándola cerca de la elegancia y el dinero, para ejemplo el libro SUMO, recopilatorio de su trabajo, el libro más caro de la historia de la fotografía.

Richard Avedon. Nueva York 1923-2004. El retrato psicológico exento de adornos era su gran fuerte. Consiguió que las modelos se expresaran ante la cámara con total libertad, aunque su especialidad era agotar a la persona que retrataba con sesiones de hasta cuatro horas. La escena: casi siempre con fondo liso para evitar distracciones. Una parte importante de su obra la dedicó a hacer protesta contra la guerra de Vietnam, pero otra se centró en personajes como Truman Capote, Henry Miller, Humphrey Bogart, Marilyn Monroe, Groucho Marx y a las super modelos que posaban para Dior, como Dovima.

Peter Lindbergh. Lissa, Polonia, 1944. El fotógrafo de las top-models, o sea: Christy Turlington, Naomi Campbell, Linda Evangelista, Cindy Crawford, Stephanie Seymur y Tatjana Patitz. Convierte en oro todo lo que toca o todo lo que toca ya es oro… Su musa entre las musas, Linda Evangelista.

Mario Testino. Perú 1954. El fotógrafo del lujo y la realeza. Consiguió en una sesión de fotos hacer de Lady Di la mujer bella que todos recordamos, quitándonos de la memoria a la chica rancia que se casó con Carlos de Inglaterra. Fotógrafo de la alta costura y de la élite social: Kate Moss, su favorita, la familia Pitt-Jolie, Madonna, los Casiraghi  y una larga lista de celebrities que, muy posiblemente, le hayan ayudado a impulsar su carrera.

Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin. Amsterdam 1963 y 1961. La pareja experimental de la fotografía de moda. La androginia, el surrealismo o el erotismo son mundos en los que se mueven con soltura. Son la nueva generación, aún no se ha escrito su historia.

Son sólo algunos, pero es un recorrido significativo por la fotografía de moda. Me dejo a muchos, Man Ray, Annie Leibovitz, William Klein,… pero es imposible resumir en este espacio los años de fotografía de moda de todas las revistas.

Sincerely. Adela Leonsegui*


CARINE A QATAR

Julia Restoin Roitfeld

La hija. Estudió en La Parson’s School de Nueva York y es capaz de hacer de modelo, actriz, productora y, ahora, mamá de una niña con su pareja Robert Konjic, un guapo modelo del que dejo foto, aunque no texto.

Robert Konjic

Vladimir Restoin Roitfeld

El hijo. Tras estudiar en la University of Souther California School of Cinematic Arts y trabajar en la Paramount, se pasó al mundo del arte como comerciante y curador. Ha trabajado como modelo ocasional, entre otras en una campaña de Mango, junto a su hermana Julia. Su padrino es Mario Testino y su novia Giovanna Bataglia.

Giovanna Bataglia 

La nuera. Ex modelo, editora de moda de L’Umo Vogue y una de las mujeres más fotografiadas en blogs de moda, en especial por Scott Schuman para The Sartorialist.

Con Mario Testino

Con Tom Ford

Con Karl Lagerfeld

Los amigos: Durante años ha trabajado con el fotógrafo Mario Testino con quien se convirtió en una de las mejores estilistas de moda. Consultora y musa de Tom Ford en Gucci e Yves Saint Laurent, es bien conocido el gusto de ambos por el porno-chic. Estilista en la última campaña de Chanel que ha fotografiado el mismísimo Karl Lagerfeld. Además ha colaborado con firmas como Missoni o Calvin Klein.

Christian Restoin

La pareja. Fundador de la firma Equipment, esas camisas masculina hechas para mujeres inspiradas en las estrellas de cine de los años 50. La camisa Equipment fue relanzada en la primavera de 2010 gracias a Serge Azria y, como ocurrió en los 70, se ha convertido en icono de moda.

Carine Roitfeld

Ella. Es conocida por haber sido modelo, estilista en la edición francesa de la revista Elle y durante 10 años directora de Vogue París. Desde esta posición colocó a Tom Ford al frente de Gucci e Yves Saint Lauren. Desde que dejó su puesto se ha dedicado al networking, esto es, a hacer agenda y relacionarse con quien se tiene que relacionar, entre otros, con Mondino o Ricardo Tisci (Givenchy).

No es de las que más se ríe en las fotos pero ahora, que afronta nuevos retos, entre otros un libro (Irreverent) y una revista, es lógico que se la vea así. Esta ha sido la presentación del libro:

Las cosas se mueven, ahora que la sociedad Mayhoola for Investments S.P.C, participada por la familia real de Qatar, ha comprado Valentino Fashion Group SpA, Qatar se está convirtiendo en nueva sede de marcas de lujo: ya posee los almacenes Harrod’s, participaciones en Porsche y la marca Gianfranco Ferre, esta última comprada por Dubai Paris Group, así que es posible que estemos asistiendo al nacimiento de un nuevo poder en el mundo del lujo mundial en el que Carine podría ser una muy buena aliada.

Sincerely. Adela Leonsegui*