DE MUJERES

Me encuentro hoy un par de veces con Marina Abramovic y, me da que pensar en el tipo de mujer que para mí representa. Físicamente me recuerda, y mucho, a Angelica Huston. La razón, aparte de ciertos rasgos físicos que comparten evidentemente, es porque para mí pertenecen, ambas, a un tipo de mujer: la mujer-mujer.

Sí, puedo dividir a las mujeres en dos tipos, sin que para nada tenga que ver su madurez, altura, peso o edad: la mujer-mujer y la mujer-niña. Hay quien es mujer desde que es niña y quien nunca deja de ser niña por muy mujer que sea y ésto sólo tiene que ver con la contundencia y la rotundidad.

En la segunda categoría entran las tipo:

Shirley Maclaine

Jane Birkin

Vanessa Paradis

Y, por supuesto, Audrey Hepburn

De estas dos modelos, la primera, Kate Moss, pertenece a este grupo.

Naomi Campbell es de las otras

Más ejemplos de mujer-mujer:

Angelina Jolie

Rita Hayworth

Ava Gardner

Y, por supuesto, Marilin Monroe

En fin, creo que la cosa queda clara, pero para más señas os dejo un video de una mujer-mujer cantando cosas de mujeres.

Sincerely. Adela Leonsegui*


EL MONJE Y LA POESÍA

Y con la huelga yo pensaba en el próximo ERE…¿seré yo Señor, seré yo?

Y en la puerta a otros les cantaban el próximo EREs tú

Y como quiero ponerle un punto menos amargo al día, me entrego a la poesía. ¿Y qué es poesía? Poesía ERES tú.

Y me lanzo al mundo del poema y encuentro El Monje y la Poesía, de Rogelio Saunders y mientras leo, los monjes desfilan para Rick Owens …

No he ido a los montes todavía, ni a buscar la ciudad aquella con mi nombre, ni a las muchachas de saya parda y rostro pluvioso que olvidaron el lápiz en lo profundo del pelo, camino de Santiago y de sus piedras centrales, la boca franca partida por el viento.
Yo sé que hay un poeta en la ciudad aquella y que los solos senderos son líneas de su cara, como la roca negra, cortada por el filo azul y blanco y triste de la ola, es testimonio total de su agonía.

Sincerely. Adela Leonsegui*


LOS PRESUPUESTOS QUE SE NOS VIENEN

Se han escrito cientos de artículos en los que se cuenta que en épocas de recesión las mujeres gastan más dinero en maquillaje, pero sobre todo en barras de labios y además rojas. Siempre será más barato que cualquier otro accesorio de moda y, pensándolo bien, la cara es lo primero que se ve.

No sé si es que he vivido toda la vida en recesión pero contando las barras de la labios rojas que llevo en el bolso me salen, nada más y nada menos que ¡cinco!, y si ya sumo las que tengo en casa me sale una cifra casi grotesca, eso sí, no recuerdo haber comprado más de dos. Es un recurso fácil para quienes me regalan y para mí un placer porque tengo un muestrario de Chanel, YSL, Dior, Lancome, Estée Lauder y demás, que riéte tú de El Corte Inglés.

las barras de mi bolso

las barras de mi bolso

Lo que decía, las mujeres se han inventado todo tipo de recursos para que la moda no se les escape, como cuando se llevaban las medias de seda con costura y no había para todas, buscaron una solución que era pintarse la línea en la pierna; también se acortaron y estrecharon las faldas y entallaron las chaquetas con el objetivo de no utilizar más tela que la estrictamente necesaria. Era la época de la II Guerra Mundial y, por cierto, también se llevaban los labios muy rojos.

Así que como la depresión post-guerra parece que empezó a despejarse en el resto de Europa y América a partir del 47, pasado 2012 que promete ser durito, y si no atentos al pastel del viernes, pensaré que quedan menos años de hacer malabares y espero que me duren mis barras lo suficiente para no tener que pintarme con el tubito que las alberga.

Sincerely. Adela Leonsegui*


MÍRATE EN TU ESPEJO

Madonna saca hoy disco nuevo. Sí, ya sé que me pongo muy pesada con Madonna, pero es que cuando ella mueve un dedo, al mismo tiempo se mueven millones… de dedos, pies, bocas, dólares y euros.

Pero no hablaré del disco, porque aún no lo he escuchado, quiero hablar de algo que  llama la atención viendo fotografías antiguas y nuevas de la diva, la camaleónica Madonna se mimetiza con sus parejas. Está claro que, además de la cirugía, ella lo llama ejercicio y dieta, su estética ha evolucionado de manera muy favorable a lo largo del tiempo y de sus hombres:

Cutre con Sean Penn

Sado con Carlos León

Pija con Guy Ritchie

Casi casual con Brahim Zaibat

Eso pasa. Se dice que las parejas, al tiempo, terminan o pareciéndose, igual que los dueños y sus perros, o separándose. Es verdad que si dos no tienen aficiones, opiniones y lugares comunes, difícilmente pueden llevar bien una relación, pero tu pareja no debe ser tu espejo y en el caso de esta mujer observo que utiliza su imagen para hacer que sus parejas se sientan cómodas con ella.

Se trata a sí misma como una Barbie, hoy me disfrazo de esto y mañana de lo otro, pero al final, como pasa siempre, la personalidad sale y la cosa no funciona.

No se puede fingir toda la vida lo que uno no es y, como dice mi amiga Desiree, podrán sacar a la niña del pueblo, pero nunca al pueblo de la niña, lo tuyo sale y cuando sale, salió.

Sincerely. Adela Leonsegui*


JUGAR A SER RICO

El verano se acerca y empezamos a comer y vestir más ligero.

Comer más ligero: Leí en una novela estupenda que hay al menos un detalle en que los ricos, los realmente ricos, son diferentes del resto de la gente: entienden de verduras. El párrafo es mucho más largo, pero en este extracto imagino a los protagonistas de El Gran Gastby, soy incapaz de pensar que comían huevos, carne o patatas fritas. Solo verduritas podía comer Mia Farrow para tener esa vocecita y esa carita.

Vestir más ligero:  A ese aura que tiene la película que hace que todo parezca perfecto… hasta el final, contribuyó mucho el vestuario. Los blancos, los amarillos, rosas y verdes empolvados crean una atmósfera fresca, primaveral y veraniega, ideal.

Hoy, dia del cambio de la hora, que es el momento del cambio de luz, es también el momento de cambiar de hábitos, porque aunque la meta esté en el verano, si no lo hacemos ya no llegaremos a tiempo, así que podemos jugar a ser ricos y empezar la dieta para luego comprar el vestuario de la película en Ralph Lauren, aunque a mí este desfile me resulte a ratos un poco cateto y me guste más el que  Theoni V. Aldredge eligió para la película.

Sincerely. Adela Leonsegui*