ENCANDILADA

Astaire,_Fred_-_Daddy

«Tienes que encalar a la caída del sol porque si no te encandilas». Eso me decían en un pueblo de Andalucía y yo, que hacía años que no escuchaba la palabra encandilar, fue con lo único que me quedé de la frase. Aunque me pareció interesante lo que me dijeron, no era mi intención encalar, pero si es mi intención seguir encandilándome.

Hace unos días hablaba de Fred Astaire, de su elegante manera de bailar y hoy lo traigo acompañado de algunas de sus compañeras de baile, formaban parejas que encandilaban a quienes les veían en el cine y que siguen dejándonos con la boca abierta por mucho tiempo que haya pasado.

Su partenaire durante los años 30’s, Ginger Roger, fue considerada su mejor pareja de baile, aunque sus dotes para la danza estaban sobrevaloradas, como dijo Katharine Hepburn: en el baile él daba la clase y ella ponía el sexo.

Fred Astaire y Ginger Rogers en Top Hat, 1935

En los 30’s las mujeres eran elegantes sin hacer ostentaciones, los locos 20’s habían acabado mal y tocaba sosegarse. Eran los tiempos del cubismo, el art decó y la funcionalidad. Ginger Rogers y Fred Astaire formaban La Pareja de Baile, aunque para horror de él, ella diseñaba su propio vestuario al que solía añadir plumas de avestruz a las que Fred era alérgico.

Eleanor Power y Fred Astaire en La nueva melodía de Broadway, 1940

Mientras en Europa se desarrolla la II Guerra Mundial las mujeres, también las americanas y las estrellas de cine como Eleanor Power, pensaron que vestir con modestia y sobriedad era una obligación, además en EEUU se redujo la producción de tela, las faldas se acortaron y sólo se despilfarraba en sombreros o turbantes. En esta época la indumentaria de los estudiantes, faldas plisadas, jerseys y calcetines, se hizo popular.

1942 rita hayworth You Were Never Lovelier

Rita Hayworth y Fred Astaire en You Were Never Lovelier, 1942

No me resisto a las películas y fotografías coloreadas, me parecen aún más antiguas que si están en blanco y negro. Durante la Guerra la ropa femenina se militarizó y las proporciones se deformaron con la aparición de las hombreras aunque esta imagen tenía como finalidad centrar la atención en los cuerpos bien formados y los movimientos elegantes de mujeres como Rita Hayworth.

Jane Powell y Fred Astaire en Tree Little Words, 1950

Jane Powell y Fred Astaire en Tree Little Words, 1950

En los 50’s la alta costura se recupera, las mujeres deseaban vestidos vaporosos de abundantes y opulentos tejidos, deseaban un  nuevo mundo y hasta arrancaban las cortinas para confeccionar las faldas largas y vaporosas que Christian Dior creó con el ‘New Look’, la forma de reloj de arena, sólo apto para mujeres muy ricas.

Cyd Charisse y Fred Astaire en The Band Wagon, 1953

Cyd Charisse y Fred Astaire en The Band Wagon, 1953

Las mejores piernas de los 50’s eran las de Cyd Charisse, quien en 1952 firmó un seguro por 5 millones de dólares para protegerlas. Su baile Girl Hunt de la película The Band Wagon (Melodías de Broadway), es una de las escenas más emblemáticas del cine musical, en ella aparece como una vampiresa, a pesar de que su personaje, Queenie, es el de ingenua hermana menor.

Audrey Hepburn y Fred Astaire en Una cara con Ángel, 1957

Audrey Hepburn y Fred Astaire en Una cara con Ángel, 1957

Al final de su carrera musical en el cine coincide con Audrey, esa mujer que era moderna entonces y es moderna hoy. Los pantalones se democratizan entre las mujeres, el color negro se vuelve interesante, aparece en la calle el zapato plano, llamado Sabrina por la película, los 60’s están a punto de llegar, una nueva revolución en el mundo, en las mujeres y en la moda.

Encandilada.

Sincerely. Adela Leonsegui*



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